jueves, 15 de agosto de 2013

Momentos...

Hay momentos en los que no desearías nada mas que olvidarte de todo, y dejar que la vida siga fluyendo sin decir nada. Invisible. Momentos en los que recuerdas sin querer, y sonríes. Son tantos los recuerdos acumulados, que nunca sabes por donde empezar. Pero siempre hay algo, un mínimo detalle que te marca el principio de ese viaje. Te imaginas como sería la vida, si ella hubiera estado a tu lado, te imaginas ser lo primero y no lo último, imaginas no ser invisible por un momento, imaginas como sería todo si tuvieras con quien contar...
Pero es solo eso, imaginar. Y por la razón que sea, no es suficiente. A menudo vemos fotos recorriendo las páginas de nuestro álbum, o un regalo de una persona que está lejos y ni siquiera puede oírte cuando la necesitas. O simplemente encuentras un vacío en tu interior y ella no está para escucharte.
Muchas veces pensamos que significamos algo en este mundo, que somos algo grande, pero en realidad somos un número mas de la lista, una rutina. Pero, en algún momento, te das cuenta que todo pasa por algo, todo tiene una explicación. De repente tu mundo se para, se te dibuja una sonrisa en la cara cuando le ves. Él es todo, ha dedicado cada minuto de su tiempo para reconstruir tu mundo, es justo ahí, en ese momento cuando te das cuenta que no importa nada, que todo lo que en verdad necesitas esta ahí, enfrente de ti, y que el que no está ahí cuando tenia que haber estado, es porque simplemente no ha querido.


jueves, 8 de agosto de 2013

Llueve sobre mojado

Las estrellas, parecen tranquilas desde abajo. Recuerdas, mientras el viento acaricia tu rostro. Piensas en tantas cosas, que te resultaría difícil expresar algo en concreto. Al final solo te das cuenta de una cosa, te das cuenta que la vida ha pasado mas rápido de lo que imaginabas, te das cuenta, que la última vez que pensaste esto, eras una niña. Respiras, intentas aprovechar ese momento de tranquilidad, cierras los ojos, mientras el viento fresco de la noche te envuelve, lo sientes. Cuando abres los ojos, te ves en aquel lugar, insegura, tal vez diferente.
Dicen que la ilusión es lo último que se pierde, que al mal tiempo buena cara, que a buen entendedor con pocas palabras le basta, que nunca llueve a gusto de todos y que en tiempo de guerra cualquien agujero es bueno para ser trinchera. No siempre tienes ganas para recuperar esa ilusión, que algún día perdiste, o de sacar esa sonrisa a pesar de todo, tampoco nos hacen falta muchas palabras para demostrar que estamos ahí, y somos totalmente capaces de refugiarnos en el mas mínimo detalle.
Puede ser que el error no este en nosotros mismos, sino, en todo lo que nos rodea. Puede que nos empeñemos en vivir una vida que no nos pertenece, puede que hasta nuestros propios sueños nos queden grandes, y que sin embargo, estamos empeñados en cumplir.
Comprender que el querer no lo es todo, que no se puede echar de menos lo que se tiene al lado, y que aunque se pueda empezar de cero siempre que sea necesario, lo poco gusta pero lo mucho cansa.