lunes, 17 de junio de 2013

Él...

Cuando apenas somos unas niñas, tenemos sueños, ilusiones... pero quizá siempre nos centramos en la misma parte de la historia, el amor. Desde que tenemos uso de razón, esas ilusiones poco a poco se van  convirtiendo en sueños, nuestro sueño.. entonces nos imaginamos al hombre de nuestra vida, a nuestro príncipe azul, pensamos en como sera nuestra vida junto a él, suspiramos...
Y bien, nos hacemos mayores, poco a poco seguimos la vida con las misma ilusiones, pero quizá, con sueños diferentes, de repente queremos tenerlo todo a nuestro alcance y nos entristecemos al ver, que las cosas no son como soñábamos. Entonces, te propones vivir la vida de otra manera, sin pensar en tu príncipe azul, o por lo menos eso nos juramos y perjuramos día tras día, pero, en realidad, en cada paso, en cada movimiento, en cada detalle, en cada canción... buscas a tu príncipe, buscas tu momento. Ese momento que tantas veces hemos visto en las películas, ese momento que tanto habíamos soñado a lo largo de toda nuestra vida. No sé, por qué pero a medida que pasa el tiempo nos vemos menos capaces de compartir la vida con aquel príncipe, simplemente pensamos que no existen.
Un día, te levantas, y simplemente te limitas a seguir tu rutina diaria, pero, de repente pasa algo extraño, ha surgido un cambio inesperado en tu vida, te sientes especial. Desde ese día, te das cuenta que tu vida gira entorno a esa persona, esa persona que para tu mundo cada vez que te mira, esa que es tu amigo, tu confidente, tu novio... tu príncipe azul. Realmente, es ahí cuando comprendes que no existen los príncipes azules, sino, que existe tu príncipe azul, solo tuyo, único. Y te das cuenta, porque solo con él, te sientes especial, porque solo con él rozas el cielo cada vez que te sonríe, solo con él... y es que, él al igual que otros muchos tienen cosas que no te gustan, que realmente te sacan de tus casillas, pero, realmente, es él, el que se preocupa por ti, el que te enseña a querer por encima de todas las cosas, el que parece que no te escucha, pero, al final es el que mas atención te presta, y es que te das cuenta que realmente no le hacen falta palabras para saber como estas, simplemente con una mirada, un gesto, un beso.. sabe lo que piensas. Entonces, miras atrás y te das cuenta de que tu vida, tu momento, tu cielo, tu motivo por el que te levantas cada día es él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario